La ostra parcialmente cultivada se cría en un periodo intermedio de crecimiento, donde las ostras continúan desarrollándose antes de alcanzar su madurez plena. La producción de estas ostras permite a los ostricultores trabajar en ciclos de producción más cortos.
Durante este tiempo, las ostras parcialmente cultivadas son criadas en parques especialmente preparados, donde se benefician de condiciones óptimas para su crecimiento. Están protegidas de los depredadores y reciben una alimentación rica en nutrientes, además de disponer de agua de calidad. Los ostricultores cuidan minuciosamente su bienestar y su desarrollo armonioso.
Las ostras parcialmente cultivadas son cribadas regularmente (clasificación manual) para promover un crecimiento uniforme y eliminar aquellas que no cumplen con los criterios de calidad deseados. Este proceso de clasificación garantiza ostras de tamaño homogéneo, asegurando la mejor experiencia gustativa para los consumidores.
El cultivo de ostras parcialmente cultivadas proporciona a los ostricultores una mayor flexibilidad en la gestión de la producción. Les permite anticipar y controlar el crecimiento de las ostras según la demanda del mercado.
Las ostras parcialmente cultivadas capturan lo mejor de su entorno y refinan sus características organolépticas. Se benefician de una cría cuidadosa y condiciones óptimas, lo que se traduce en una carne tierna y sabrosa. Su sabor sutil y delicado es el resultado de una alimentación cuidada y un crecimiento controlado.
Cultivadas con esmero en condiciones óptimas, estas ostras se convierten en productos excepcionales una vez alcanzado su tamaño consumible.